TEXTOS
Inácio Rodrigues (sobre a fase Espermonaltas):
"Um dia (Inácio Rodrigues) leu ciência de ficção,e como no fundo era um seduzido pela fantasia e pela febre do mistério, eis que projetou mais à frente a trama de suas grades. E tão à frente, pois estava embriagado de espaço, que as grades ficaram invisíveis e ele no lugar da figura antes aprisionada,pode ver estranhos corpos aéreos traspassando luminosamente horizontes lavados de perfeição e infinito. Inácio ouviu a valsa vienense de 2001, admitiu o regresso dos astronautas mortos, e sua aparente leveza, nos quadros de agora, apenas reforça uma dor muito maior, muito mais absurda e absoluta.
Rolam no espaço como estrelas perdidas, talvez povoadas de mártires e poetas, suas astronaves riscando de lírico percurso a área de um passo que não tem fim.
Antes e agora é pintura limpa, chapada, de cor sincera e corajosa a deste artista que fez do pacto de paz sua respiração cotidiana".
Walmir Ayala
Rio de Janeiro, 1972
Inácio Rodrigues: The Wanderer in the Cosmos
Artist Inácio Rodrigues is also a wanderer in the accentuated fashion of the 60s and 70s. His was a life in transit. At an early age he left Ceará to travel through the Amazon. He visited the border countries, toured Latin American countries, won important prizes in the country' s main art galleries and visited Europe for the first time, but remained a devotee of nature.
"No matter where l livi, my ecological concern is constant andvital to me."
Inácio Rodrigues is not a man who walks the roads, the cities, and identifies with urban tribes. His creative flow does not go by the oc
occasional meeting of groups that demonstrate their particularity and strangeness, have their own mysticism, sometimes with a local guru, and reject urban reality and modern technologies. Para He is not part of this kind of fraternity.
There is another kind of walker and they seem more votive to me. The walk is already a form of prayer. L think of Werner Herzog, who walked from Berlin to paris as a votive gesture in favor of Lotte Eisner, who was dying in Paris. He published in 1974 a beautiful book with the narrative of this trip, "Walking on ice." All events serve people of talent well, as real events occur inside them. These walkers are similar to young poet Arthur Rimbaud, who walked between cities in the inlands of France, as Henry Miller so beautifully reported. L call them sons of Rimbaud, and there can be no greater praise.
Inácio Rodrigues did not make the verbal account of his journeys, not even a few pages of a logbook. He is a visual artist, above everything. He
illustrated what his soul felt in a non-naturalistic way. At first, when he lived in Rio de Janeiro, he painted a huge saga called " Prisoners." Individuals separated from the world, contained, excluded, by bars. This phase had good repercussion for the direct message, as we were in a dictatorship and the president of the Republic was a general. At the time, l thought l was inferior to the artist's mood, always silent and with attentive, fixed eyes. Expressive.
Later this visual universe of Inácio Rodrigues expanded and he began to present us with delicate, soft paintings, where different planes were in dialog with each other. It was still figurative, but not so much, the frontier of genres, and it was, above all, an expression of sensitivity. They were and are planes that the artist considers cosmic, multiplicity of dimension. Unknown lights contained or conditioned on planes and planes that touch each other, approach each other, move away from each other.
It is still the same wanderer in favor of ecology. The same silent and restless artist, tireless worker,but now his ecological perception harmonizes the cosmos itself.
Jacob Klintowitz
October, 2018
Inácio Rodrigues: Punto de partida
Inácio Rodrigues transita por el paisaje ecológico desde hace algunos años. Las diversas técnicas como la litografías,la serigrafía y la pintura acrílica no le son ajenas a su dinamismo creativo; es quizás esto la forma de insistir y reafirmar que el artista inquieto, experimental puede alcanzar en un plazo más corto"esa verdad" tan ansiada en el arte.
Hay sin embargo en esta última etapa de consolidación, el cromatismos que le están afín en su obra precedente, mezclado con racionalidad y ascetismo. El rigor en los trazos, contenido por la sombra del aerógrafo y la enmarcación del tema asumido por cortantes y delimitadoras líneas discontinuas, hacen en su conjunto de estos paisajes, una muestra viva de la devastación que se produce actualmente en la trama rural.
Hay detrás de todo este proyecto decantado, la mano segura de un artista que ha conseguido a fuerza de tesón y búsqueda constante"esa verdad" en el rico panorama de la pintura contemporánea brasileira.
Sergio López García
Habana, Cuba, setembro, 1985
O GRAMA
Inácio Rodrigues: Punto de partida
Inácio Rodrigues transita por el paisaje ecológico desde hace algunos años. Las diversas técnicas como la litografías,la serigrafía y la pintura acrílica no le son ajenas a su dinamismo creativo; es quizás esto la forma de insistir y reafirmar que el artista inquieto, experimental puede alcanzar en un plazo más corto"esa verdad" tan ansiada en el arte.
Hay sin embargo en esta última etapa de consolidación, el cromatismos que le están afín en su obra precedente, mezclado con racionalidad y ascetismo. El rigor en los trazos, contenido por la sombra del aerógrafo y la enmarcación del tema asumido por cortantes y delimitadoras líneas discontinuas, hacen en su conjunto de estos paisajes, una muestra viva de la devastación que se produce actualmente en la trama rural.
Hay detrás de todo este proyecto decantado, la mano segura de un artista que ha conseguido a fuerza de tesón y búsqueda constante"esa verdad" en el rico panorama de la pintura contemporánea brasileira.
Sergio López García
Habana, Cuba, setembro, 1985
O GRAMA
Inácio Rodrigues: Punto de partida
Inácio Rodrigues transita por el paisaje ecológico desde hace algunos años. Las diversas técnicas como la litografías,la serigrafía y la pintura acrílica no le son ajenas a su dinamismo creativo; es quizás esto la forma de insistir y reafirmar que el artista inquieto, experimental puede alcanzar en un plazo más corto"esa verdad" tan ansiada en el arte.
Hay sin embargo en esta última etapa de consolidación, el cromatismos que le están afín en su obra precedente, mezclado con racionalidad y ascetismo. El rigor en los trazos, contenido por la sombra del aerógrafo y la enmarcación del tema asumido por cortantes y delimitadoras líneas discontinuas, hacen en su conjunto de estos paisajes, una muestra viva de la devastación que se produce actualmente en la trama rural.
Hay detrás de todo este proyecto decantado, la mano segura de un artista que ha conseguido a fuerza de tesón y búsqueda constante"esa verdad" en el rico panorama de la pintura contemporánea brasileira.
Sergio López García
Habana, Cuba, setembro, 1985
O GRAMA
Inácio Rodrigues: Punto de partida
Inácio Rodrigues transita por el paisaje ecológico desde hace algunos años. Las diversas técnicas como la litografías,la serigrafía y la pintura acrílica no le son ajenas a su dinamismo creativo; es quizás esto la forma de insistir y reafirmar que el artista inquieto, experimental puede alcanzar en un plazo más corto"esa verdad" tan ansiada en el arte.
Hay sin embargo en esta última etapa de consolidación, el cromatismos que le están afín en su obra precedente, mezclado con racionalidad y ascetismo. El rigor en los trazos, contenido por la sombra del aerógrafo y la enmarcación del tema asumido por cortantes y delimitadoras líneas discontinuas, hacen en su conjunto de estos paisajes, una muestra viva de la devastación que se produce actualmente en la trama rural.
Hay detrás de todo este proyecto decantado, la mano segura de un artista que ha conseguido a fuerza de tesón y búsqueda constante"esa verdad" en el rico panorama de la pintura contemporánea brasileira.
Sergio López García
Habana, Cuba, setembro, 1985
O GRAMA
Inácio Rodrigues: ARTE DE DOR E AGRESSÃO
O que realmente impressiona na convivência com Inácio Rodrigues e no conhecimento do trabalho que há muito anos vem desenvolvendo como desenhista é pintor é sua íntegra coragem de ser vário. Ele próprio, apesar de encarar-se a esse respeito com certa ironia, reconhece na multiplicidade a melhor maneira de pesquisar-se. O tempo de busca da expressão mais incisiva - que jamais termina em um artista interrogativo - levou-o a descobrir na paisagem, por exemplo, o duplo elemento da realidade viva (com sua imediaticidade objetiva) e do fantástico. Assim, ao lado de uma tôsca e tranquila vista do Corcovado, recém pintada, contrasta o desenho de cromatismos e transparências febris, com formações rochosas prontas ao desequilíbrio, de uma paisagem cujo projeto emerge imediatamente unido ao sonho ou à distante memória interior.
No entanto - embora evidenciando sua necessidade de diversificar se, com múltiplos rumos simultâneos - não receio indicar que a sua pesquisa de um ano ou ano e meio para cá vem demonstrando a centralização em um tema por ele abordado com imprevisto rigor técnico. Imprevisto em virtude da espontaneidade que o definia não levar a prever esse trabalho mais consciente com a forma, de modo a veicular através dela agressivos significados.
Partindo do retrato individual, já corroído por uma amargura talvez atávica, Inácio refinou sua expressão ao dar-lhe preciso rumo de bala: hoje ele detona, para o temor e espanto do olhar que está cego, as prisões contemporâneas do homem multidão. Aproxima-se nisto de algumas obras de dois artistas entre nós atuantes: Antônio Manuel, com o grito de mil bocas que não cessa e ameaça tornar-se insuportável, e Antônio Maia, na passividade de ex-votos que se transformaram em gente e que, sendo gente nos encaram acusadoramente como ex-votos.
As grades - elemento reverberador em todo o trabalho atual de Inácio - constituem apenas um dos índices dessas múltiplas prisões, pois há outros mais sutis, às vezes refletidos no simples detalhe de uma gravata bem posta, que de repente passa a dar sentido a toda a estrutura do quadro. É nesses detalhes - somados às grades que surgem vindas não se sabe bem de onde, como cortes de exata geometria em espaços neutros, e atrás das quais retraem- se figuras ou meras faces de expressão mesclando angústia, assentimento gesto final de agressão e morte moral prematura - cé nesses detalhes, como dizia, que Inácio Rodrigues concentra seu poder de abrir a ferida, a pulsante ferida do mundo que é máquina de aprisionar o homem e não de libertá-lo para a descoberta e a prática das razões mais generosas do existir. Não se preocupa ele (exceto em certas conotações de cor, na tropical brasilidade) em particularizar esta ferida, dando-lhe o tempo e o espaço de uma pátria. Sua denúncia, na dosada arregimentacão de frias formas geométricas contendo áreas de violenta deformação de personagens isolados ou reunidos em compartimentos, tenta o nível do universal, embora ele próprio seja exemplo do muito Brasil desfigurante.
Dor e agressão: quem souber discerni-las e localizá-las nas pinturas e desenhos presentes nesta exposição, pensando-lhes as causas e consequências, poderá dar mais um passo à frente e pressentir até que ponto de profunda utilidade vai a visão, ao mesmo tempo intuitiva e consciente, e o testemunho de seu instigante autor.
Roberto Pontual
Rio de Janeiro, 1969
Inácio Rodrigues: ARTE DEL DOLOR Y AGRECIÓN
Lo que realmente impresiona conviviendo com Inácio Rodrigues y conociendo el trabajo que hace muchos años viene desarrollando como dibujante y pintor es su integro coraje de ser variado.EI própio,apesar de encararse a este respcto com cierta ironia, reconose que la multiplicidad es la mejor manera de investigar.El tiempo de buscar la expreción mas incisiva- que jamas termina em um artista cuestionador- lo llevó a descubrir em los paisajenes, por ejemplo, el doble elemento, de la realidad viva (com su inmediata objetividad) y fantastica. Así, al lado de uma tosca y tranquila vista del Corcovado, recién pintada, contrasta el dibujo de cromatismos y transparencias febriles,'com formaciones rochosas prontas al desequilibrio, de um paisaje cuyo proyecto emerge inmediatamente unido al sueño o a la memoria interior.
No entanto -aunque evidenciando su necesidad de diversificarse, com múltiplos rumbos simultaneos-no receo indicar que su investigación de um año y médio para acá viene demostrando centralización em um tema por el abordado con imprevisto rigor técnico. Imprevisto en virtud del la espontanidad que lo definia a no llevar prevenir esse trabajo mas consciente com la forma de modo a vehicular atra véz de agresivos significados. Partiendo del retrata individual, corroido por uma amargura tal vez atávica, Inácio refinó su expresión al darle preciso rumbo de bala; Hoy el detonar, para el temor y espanto de mirar que esta ciego, a las prisiones comtenporaneas del hombre-multitud. Apróximase en esto a alguns de dos otros artistas actuantes Antônio Manuel, com el grito de mil bocas que não calla y amenaza tornase insoportable, y Antonio Maia, en la pasividad de ex-voto que se transformarón en gente y que, siendo gente, nos encaran acusadoramente como ex-votos.
Las rejas-elemento resonante en todo el trabajo actual de Inácio-constituyen apenas uno de los indices destas múltiplas prisones, pues hay otros mas sutiles, a veces refletidos en un simple detalhe de una corvata bien puesta, que de repente pasa el dolor sentido a toda estructura del cuadro. Son en esos detalles-sumados a las rejas que surjen no se sabe bien de dónde. como cortes de exacta geometría en espacios neutros.y atráz de las cuales retraense figuras o meras faces de expresión mesclando angústia, asentimiento, gesto fina de agreción y muerte moral prematura-son en estos detalles, como decia, que Inácio Rodrigues concentra su poder de abrir la herida, la pulsante herida del mundo que es máquina de aprisionar el hombre y no de libertardo para la descubierta y la práctica de razones mas generosa de existir. No se preocupa el ( excepto en ciertas comnotaciones de color, en su tropical brasilidad ) en particularizar esta herida, dándole el tiempo y el espacio de pátria. Su denúncia, regimentada de fŕias formas geométricas conteniendo áreas de violenta deformación de personajenes isolados o reunidos en comportamientos, intenta el nivel universal, aúnque el propio sea ejemplo de mucho Brasil desfigurante.
Dolor y agreción; quien sabe discemirlo y localizalo en las pinturas ydibujos presentes en esta exposición, pesandoles las causas y consecuencias, podrá dar más un paso al frente y presentir hasta que punto de profunda utilidad va a la visión, al mismo tienpo intuitiva y conciente, el testimonio de su instiggante autor.
Roberto Pontual
Rio de Janeiro, 1969
Inácio Rodrigues:
Conheci-o há algumas semanas, apresentado por Franco Terranova, na Petite Galera.
Há no seu sangue caboclo nomadismo das velhas tribus do nordeste. Também sob o aspecto racial, a arte de Inácio Rodrigues aparenta-se ao expressionismo dos mexicanos, que é uma constante na pintura social dos seus maiores artistas, que criaram uma escola depois da revolução ocorrida na segunda década do século, com as obras de Diego Rivera, Clemente Orozco e Siqueiros, continuada ainda hoje pela geração de Rufino Tamayo. Não há dúvida que a arte de Inácio Rodrigues tem um vivo caráter social, que se reflete em suas pungentes composições com figuras.
A tragédia de uma grande parte do mundo atual esta fixada na multidão sofrida, que ele apresenta Sempre confinada atrás das grandes parte É claro que as barras dessas grades deixam de ser um recurso plástico, de caráter geométrico, como é habitual na pintura da atualidade e destinada apenas a reforçar a composição. Ao contrário. esses quadrados, através dos quais pode ser vista população desgraçada de seus desenhos, reveste-se de uma autêntica significação política. Retratam o mundo dos encarcerados em que se transformaram o Brasil
Há uma atitude de irremediável passividade na postura das figuras de Inácio Rodrigues.refletem um pouco da trágica desesperança característica do espírito concentracionário da época do nazi-fascismo. Falando da pintura desse artista, Harry Laus assinala que as suas figuras estão " caladas, porém atentas, aguardando o momento em que a prisão se abrirá para lançarem os seus gritos". Supondo que isso naturalmente acontecerá em outra fase da obra ou da carreira artística de Inácio Rodrigues. Quando haverá essa metamorfose na sua pintura? Estimo que isso ocorra em breve, com a libertação dos seus tristes encarcerados".
Antonio Bento
Última Hora, Rio de janeiro, 1968